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Un trofeo a la altura de un desafío titánico

El trofeo para el ganador de Desafío la Titánica del 20 de marzo recibirá un trofeo a la altura del esfuerzo realizado tras 135 kilómetros de carrera.

El autor del premio, Sergio González, ha querido darle la solera que le corresponde a una carrera de esta magnitud, debido a la dureza y  sobriedad  del recorrido. Un trofeo que premiará la fuerza que debe tener un deportista a la hora de afrontar un reto de esta magnitud y un deporte tan duro como el ciclismo.

En concreto el trofeo medirá 31 centímetros de altura, en cuanto a los materiales utilizados para la confección del mismo, es sobre piedra reconstituida, con aglutinado de marmolina y dolomita, una peculiar roca cargada de historia en el mundo del ciclismo, el compuesto calizo que da nombre a la cadena de montañas de los Alpes orientales en Italia: Dolomitas y que tantas veces han sido testigo de las etapas más duras del Giro de Italia. Para finalizar el acabado del premio utilizaran  pigmentos para conseguir un acabado imitando a bronce.

Un trofeo con personalidad propia que sea reconocido por todo el mundo como el premio del rider ganador del desafío. El propio autor, y también como deportista, sabe lo duro que son este tipo de carreras y ha impregnado el premio de carisma y prestigio, un trofeo que  quedará grabado en el tiempo.

Los orígenes del taller de Sergio González se remontan a 2002, cuando un grupo de amigos con inquietudes artísticas pusieron en marcha este proyecto. En el taller se trabaja de manera artesanal y con elementos que respetan el medio ambiente. No es la primera vez que el artista confecciona premios para eventos deportivos, el taller tiene una gran trayectoria realizando más trofeos para este tipo. Con una característica en común, trofeos acorde con el esfuerzo realizado por los deportistas.